El primero de ellos se elaboró como resultado del acercamiento por parte de Asociación Norteamericana de Educación Ambiental (NAAEE, por sus siglas en inglés) hacia México. Esta primera versión del documento, apoyada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por siglas en inglés) se puso a consideración en una reunión llamada nacional, ya que contó con la participación
de representantes de unas dos decenas de entidades de la República, celebrada en Oaxtepec, Morelos, en marzo de 1992.
El segundo documento surgió inmediatamente después del primero, promovido por la UNESCO, bajo los auspicios del PNUD, en 1992, consistente en impulsar el desarrollo de estrategias en educación ambiental en países latinoamericanos y del Caribe. Igual que el anterior ejercicio, el documento se sometió a una amplia y abierta discusión para enriquecerlo y auspiciar su apropiación.
CAPITULO 1. Educación ambiental para la sustentabildad: consideraciones conceptuales y prácticas para su futuro
En este apartado se incluyen algunos conceptos que enmarcan a la presente Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México. Cabe señalar que aquí no se pretende reflejar ni la profundidad del debate ni agotar el análisis de los conceptos. Más bien, el sentido de este apartado es incorporar algunas de las ideas centrales que en el proceso de elaboración de la estrategia se discutieron y que permiten ubicar varias de las líneas más del debate actual y de las orientaciones teóricas en las que se sustenta el campo de la EAS y el presente documento.
- El desarrollo y la crisis ambiental
Los patrones actuales de producción y consumo son insostenibles y han tenido como consecuencia la profundización y ampliación de la pobreza y la destrucción de los ecosistemas. Tales patrones están ligados al concepto convencional y predominante de desarrollo. Y, como ha señalado Wolfgang Sachs (1993), el desarrollo es, sobre todo, una manera de pensar; Viola (2000) añade que es un poderoso filtro intelectual de nuestra percepción del mundo contemporáneo. No puede fácilmente identificársele con una estrategia o programa particular. Está asociado desde la posguerra al camino universal, la superioridad de la economía, la factibilidad mecánica del cambio, la aparición de nuevos actores (ligados a la globalización económica) y ciertas transformaciones (como la tecnológica), mientras se marginan a otros sujetos sociales y se degradan otras clases de cambio.
- La sustentabilidad como marco para la educación ambiental
La sustentabilidad, más allá de si se le usa como adjetivo del desarrollo o de las sociedades (lo que por sí mismo genera debate), puede entenderse de muy divergentes maneras. La compleja polisemia que el término posee ha generado una evidente confusión, la cual se incrementa con el empleo, muchas veces indiscriminado, de otros dos adjetivos: sostenible y sostenido. Con el riesgo de simplificar excesivamente el debate, pueden ubicarse algunos enfoques predominantes.
- E s t r a t e g i a d e E d u c a c i ó n A m b i e n t a l
El que entiende la sustentabilidad como “crecimiento económico sostenido”, es decir, no dejar de crecer, no dejar de generar desarrollo en el sentido convencional, pero con ajustes, especialmente de carácter económico y tecnológico. Este enfoque tiene como principal problema que lleva implícita una contradicción irresoluble: que el desarrollo crezca infinitamente en un medio finito. En su posición más convencional la gestión de los recursos parte del principio de salvaguardar reductos naturales. El nivel de vida es un referente importante en esta tendencia. Actuales tendencias de cambio en la educación ambiental para la sustentabilidad Hay consenso entre los actores sociales involucrados en el campo de la educación ambiental para la sustentabilidad de que ésta no posee aún un cuerpo teórico consolidado. Esta debilidad puede explicarse por varios factores: a) la corta
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trayectoria de esta tendencia educativa, que apenas tiene alrededor de 30 años; b) la muy reciente identidad y despunte de la investigación en educación ambiental; c) la predominancia de esfuerzos prácticos, no sólo extracurriculares, sino en muchos casos anti-intelectuales; d) la preponderante presencia en el surgimiento y desarrollo del campo de profesionales de las ciencias naturales que, a
pesar de sus muchos aportes brindados, no tenían como prioridad el fortalecimiento teórico-filósofico y pedagógico de la educación ambiental; y e) la confluencia de varias disciplinas para la construcción del campo, que genera una tendencia hacia paradigmas complejos, cuyo establecimiento tampoco tiene la suficiente madurez, dada su escasa tradición teórica y epistemológica.
- El término: educación ambiental
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para la sustentabilidad La educación, como fundamento de la sustentabilidad, se reafirmó en la Cumbre de Johannesburgo mediante un compromiso plasmado en el Capítulo 36 de la Agenda 21 de la Cumbre de Río, realizada en 1992. Tal reafirmación se plasmó al reconocerse que para acceder a un nuevo paradigma, la educación desempeña un papel importante para reorientar nuestras pautas de acción y contribuir Archivo Globe a la transformación progresiva de las formas de utilización de los recursos y de las interrelaciones personales desde criterios de sustentabilidad ecológica y equidad social. El contexto de la comunicación en las
reuniones de educación ambiental Para contextualizar la comunicación en un significado amplio y con ello analizar la trayectoria de la educación ambiental respecto de sus demandas a la comunicación, sus alcances, límites y retos, se propone entender la comunicación, en primer término, como un proceso que relaciona a dos o más sujetos permitiendo la producción en común de sentido de acuerdo a reglas convencionales en un contexto sociocultural determinado donde se construye como práctica de significación (Fuentes y Luna, 1984).
CAPITULO 2. Legislación en educación ambiental
Consideraciones generales acerca del marco legislativo de la educación
ambiental en México El derecho a un medio ambiente adecuado alcanza su máxima expresión cuando los mecanismos para su aplicación operan, con lo cual se hace realidad el postulado de la norma y con ello se obtienen los beneficios de sus fines. Sin embargo, garantizar el derecho a un ambiente sano, que impulse las posibilidades de desarrollo social y realización individual, no es tarea fácil, ya
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que no basta con la estructura normativa e institucional, elementos que emanan directamente de aspectos jurídicos. Desde el punto de vista jurídico, al diseñarse la agenda legislativa y, sobre todo, al elaborar una propuesta de ley, la pregunta que debe plantearse, en una primera instancia por parte de los legisladores, es ¿para qué quiero la ley?, ya que de la respuesta se deriva el objeto; y en una segunda fase, para poder aplicar sus disposiciones se debe responder la pregunta, ¿cómo logro lo que quiero? La respuesta, a las dos preguntas, se convierte en la hipótesis principal, en la variable independiente a partir de la cual se construirá la trama que sostiene a todo el cuerpo de la ley. Pero, para poder sostener el edificio jurídico que se erige en torno al objeto de la ley se requiere, además, una serie de elementos, entre los que destacan los aspectos orgánicos, para saber a quién le corresponde que el objeto de la ley, que se convierte a su vez en el objetivo o la meta a alcanzar, se cumpla; y los aspectos para su aplicación, los cuales son los instrumentos que permiten alcanzar el objetivo y los procedimientos para ello.
- Antecedentes y avances del marco legal de la educación ambiental en México
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En el país existe una tendencia histórica a ubicar a la educación ambiental, principalmente, dentro del sector ambiental; es decir, la mayor parte de las referencias legales sobre EA se encuentran en la LEGEEPA, y en menor proporción en la Ley General de Educación. En este marco resulta lógico el proceso de institucionalización de este campo se iniciara con la creación, en 1983, de la Dirección de
Educación Ambiental de la Sedue, a partir de la cual se ha desenvuelto como un campo emergente muy influenciado por la educación no formal. En consecuencia, el sistema educativo nacional se ha sentido débilmente interpelado para incorporar la EA en la currícula de los distintos niveles educativos.
- Aspectos jurídicos a considerar para el futuro
Para que el marco jurídico pueda promover la educación ambiental y fundamentar la sustentabilidad se requiere una revisión conceptual que permita determinar claramente el objeto a regular y la finalidad que se persigue. Esta tarea no es fácil debido a que existen tantos conceptos de educación ambiental como leyes relacionadas con ella. Por ello, a continuación, de manera muy breve, se presenta una revisión de algunas ideas consideradas claves para la legislación en educación ambiental para la sustentabilidad.
CAPITULO 3. Educación básica
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Antecedentes y avances La Secretaría de Educación Pública (SEP) se propuso desde la década de los años 70 como una de sus metas prioritarias el fortalecimiento de diversas acciones trascendentales para promover la apreciación, el conocimiento y la conservación del ambiente,2 tanto en la educación básica (preescolar, primaria y secundaria), como en los programas de formación inicial y permanente de los docentes, iniciados con la reforma educativa de 1993. Lo anterior ha tenido continuidad y en el Plan Nacional de Educación 2001-2006 se establece, dada la situación ambiental y los retos que ella implica, una línea de acción orientada a “fortalecer la educación ambiental en el currículo de la educación básica, reconociendo su valor en la formación de individuos que responsablemente apoyen el desarrollo sustentable” (p. 142). A continuación se describen las principales acciones que la SEP ha emprendido en materia de educación ambiental, a partir de la reforma educativa de 1993.
- Acciones en educación básica
Revisión y actualización de los contenidos de educación ambiental y para el desarrollo sustentable en el currículo de educación básica. Actualmente los docentes que laboran en los tres niveles educativos cuentan con los siguientes apoyos: Preescolar. Material para actividades y juegos educativos y Guía para madres y padres. El primero contiene actividades, como la clasificación de hojas de plantas, la observación de animales y plantas de diversos paisajes de México, la descripción de cambios en la naturaleza (fases de la luna y estaciones del año) y el conocimiento de algunas características del ciclo de vida de ciertos animales. La guía, por otra parte, incluye orientaciones para el uso apropiado del material en el ámbito familiar. El nuevo plan y programa de educación preescolar (2004) ha reforzado los contenidos ambientales y se espera que la SEP elabore materiales
didácticos para los alumnos y docentes. Primaria. Plan y programas de las asignaturas, libros de texto gratuitos para los alumnos y libros para el maestro correspondientes a los seis grados escolares (a excepción del libro para el maestro de segundo grado). El plan y programas, entre sus propósitos esenciales, indica que los alumnos:
- E s t r a t e g i a d e E d u c a c i ó n A m b i e n t a l
a) adquieran conocimientos fundamentales para comprender los fenómenos naturales, en particular los relacionados con la preservación de la salud, la protección del ambiente y el uso racional de los recursos naturales;
b) perciban el ambiente como un patrimonio colectivo formado por elementos que se degradan o reducen por el uso irreflexivo y descuidado;
c) comprendan que el progreso material es compatible con el uso racional de los ecosistemas y del ambiente, pero con procesos de prevención y corrección de los efectos destructivos de la actividad humana;
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Los nuevos planes y programas de estudio de las escuelas normales para las licenciaturas en educación primaria (1997), preescolar y secundaria (1999) incluyen contenidos relacionados con el ambiente, así como con el estudio y la aplicación del enfoque de enseñanza en los tres niveles educativos: preescolar, primaria y secundaria. Por lo mismo, el trabajo docente de estos futuros profesores será trascendental para la aplicación y consolidación de la propuesta en las escuelas. En la licenciatura en educación primaria, en la asignatura de ciencias naturales y su enseñanza I y II, se revisan temas de educación ambiental acordes con el tratamiento del mismo en los libros de texto gratuito. En la licenciatura en educación preescolar se incorporaron estos contenidos en la asignatura relacionada con el medio natural. En la licenciatura en educación secundaria se incorporó la asignatura educación ambiental y para la salud, obligatoria para la especialidad de biología y opcional en las especialidades de física y química. Esta asignatura pretende, entre otros propósitos, fortalecer conocimientos, valores y competencias para que los estudiantes actúen de manera individual y colectiva a favor del ambiente. Además se incluyó la asignatura opcional educación ambiental en la especialidad de biología, cuya intención es que los futuros docentes amplíen sus conocimientos y habilidades para analizar situaciones ambientales y guiar a sus alumnos en la construcción de conocimientos y la formación de actitudes y valores que les permitan tomar decisiones tendientes a mejorar su relación con el ambiente.
Por otra parte, la formación continua de los docentes es fundamental para que los maestros en servicio y los egresados de las escuelas normales logren los propósitos de la educación ambiental, planteados en los planes y programas vigentes de cada nivel educativo. Con base en lo anterior, se diseñaron y actualmente se aplican y evalúan los cursos nacionales de actualización (CNA)8 para profesores La enseñanza de las ciencias naturales en la escuela primaria9 y La educación ambiental en la escuela secundaria,10 como parte del Programa Nacional de Actualización Permanente (Pronap); en ambos, un propósito fundamental es incidir en los conocimientos, habilidades, actitudes y hábitos de los docentes, y en consecuencia de sus estudiantes a favor del ambiente.
Por otro lado, la SEP ha seleccionado, coeditado, diseñado y producido materiales audiovisuales e impresos relacionados con la educación ambiental que pueden ser consultados en cualquier centro de maestros. Otros materiales educativos que, además de apoyar el trabajo de los profesores y fortalecer el estudio de estos contenidos, contribuyen a que el aprendizaje se torne más atractivo e interesante, lo constituyen los títulos de la colección Libros del Rincón. Esta colección se ha ampliado de manera significativa con las bibliotecas de aula, cuya primera distribución se realizó en 2003.13 Cada una de las 750 mil aulas de los tres niveles de educación básica recibió un paquete de libros de entre 25 y 30 ejemplares. En estos momentos se está iniciando la selección del tercer acervo de dichas bibliotecas. Por su parte, el Cecadesu de manera continua apoya con materiales sobre diversos de educación ambiental a los Centros de Maestros y escuelas normales del país.
CAPITULO 4. Educación media superior
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La incorporación de la educación ambiental para la sustentabilidad en los planes y programas de estudio ha sido un proceso gradual que se relaciona con tres ámbitos principalmente: legislativo, administrativo y de planeación, a partir de los cuales puede plantearse la política ambiental en México. En el marco de las recomendaciones del Programa para Alcanzar la Modernización Educativa 1989-1994 se estableció una serie de estrategias para incorporar la educación ambiental en los planes y programas de estudio de los diferentes sistemas y subsistemas de este nivel educativo. Con ellas se buscaba enfrentar las resistencias al interior de cada una de las estructuras académicas, y modificar las inercias, la organización, las costumbres, y los valores asociados con el espacio institucional, a fin de lograr las metas de la educación ambiental. Se señalaba la pertinencia de que la educación ambiental adquiriera un papel relevante como elemento planificador del desarrollo nacional y como un eje a partir del cual, hipotéticamente, podrían girar en el futuro las propuestas de los planes y programas de estudio de este nivel educativo. Puede señalarse que a finales de la década de los 90 en el debate académico sobre la educación ambiental, en el ámbito del nivel medio superior, se podría apreciar el tránsito de una visión limitada que giraba alrededor de problemas como la contaminación y la conservación de los recursos naturales, a una perspectiva en la que se incorporaban elementos como la comprensión de la complejidad, el enfoque sistémico, la interdisciplina y la transdisciplina.
- La incorporación de la educación ambiental para la sustentabilidad en los planes y programas de estudio del núcleo propedéutico
Aunque no existe una definición legal sobre las características específicas de las instituciones que ofrecen matrícula en el nivel medio superior, en México se mantienen desde el periodo 1988-1998 tres orientaciones para este ciclo educativo: núcleo propedéutico (universitaria o general), núcleo bivalente (tecnológica) y núcleo terminal (profesional media). Cada una puede impartirse en diferentes modalidades: escolarizada, semiescolarizada, y a distancia. La educación propedéutica de este nivel estaba centrada en la preparación general de los alumnos para que continuaran estudios superiores y otorgaba un peso menor a la formación o especialización para el trabajo que se impartía en los últimos semestres.
Puede observarse la presencia de diversos enfoques teóricos en los diferentes instrumentos legales que orientan las políticas educativas en materia ambiental, lo que por momentos ha ocasionado cierta desorientación con respecto al establecimiento de la educación ambiental para la sustentabilidad
en el nivel medio superior. La inclusión de la EAS en dicho nivel educativo no ha tenido la suficiente
fortaleza para afectar a la totalidad de las instituciones ni a los aspectos relacionados con el ámbito académico o con la organización administrativa de la estructura escolar
CAPITULO 5. Educación Superior
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En este apartado se aborda el análisis de algunos rasgos indicativos de las respuestas del sistema de educación superior (SES) a las exigencias ambientales del país. La educación ambiental para la sustentabilidad, como orientadora del quehacer educativo, en la perspectiva de una nueva cultura en distintos ámbitos de la sociedad, adquiere un doble significado en el contexto de la educación superior. En un sentido restringido, alude a la tarea de enseñanza, esto es, a los procesos de formación ambiental2 realizados en los diferentes niveles, modalidades y áreas profesionales del sistema, pero en un sentido amplio, incluye además lo relativo a la tarea de investigación, o sea, a los procesos de generación de conocimientos en sus distintos alcances (básico, aplicado y de desarrollo e innovación
tecnológica) en las distintas áreas y ramas del saber. De igual manera, se incluyen las tareas de divulgación, difusión y extensión de la cultura. En este documento partimos de la perspectiva de la educación ambiental para la sustentabilidad en un sentido amplio, a fin de abordar las diferentes y múltiples aristas constitutivas de las instituciones de educación superior (IES).
Consideraciones iniciales:
papel de la educación superior y la sustentabilidad del desarrollo La educación superior ha sido, y lo es ahora con mayor énfasis, un sector estratégico para el desarrollo de las sociedades. Si bien las IES son instituciones históricas, 3 a la vez pretenden responder a su tiempo, espacio, entorno y exigencias sociales, lo que ha devenido en instituciones de gran complejidad. El ethos que las ha caracterizado se refiere a que son instituciones donde se han dado y se reúnen los sujetos que de manera voluntaria se relacionan en torno al saber. Son instituciones en donde se transmite, se crea y se certifica el saber; son organismos que extienden su labor e influencia más allá de sus fronteras. Las IES, a través
de los egresados, del trabajo educativo, de la investigación y de los profesores e investigadores se extienden a la sociedad, alcanzando su sentido y su concreción ante ésta misma. Puede decirse, sin temor a equivocación, que en las IES se perfila la sociedad del futuro (Casanova, 1995). Por ello, varios investigadores (Leff, 1993; Toledo, 2000; Bravo, 2005) han ubicado el papel de las instituciones de educación superior en el nivel de importancia estratégica para el desarrollo sustentable de las sociedades.
La generación y aplicación del conocimiento a través de la investigación ha sido otro de los pilares en la conformación de las instituciones de educación superior; la modernidad ilustrada otorgó este lugar epicéntrico respecto al saber y la cultura. El actual reto de ser parte de la nueva sociedad del conocimiento 14 implica un replanteamiento para las IES contemporáneas, ya que deben ganarse un
lugar dentro de la baraja de posibilidades de acceder al conocimiento y la información que ofrece el mundo digitalizado, interconectado y globalizado. Que el conocimiento sea el factor determinante de las sociedades como la nuestra es algo que todavía puede discutirse; pero una institución universitaria u otra del nivel superior, pensada por fuera del conocimiento o al margen de la sociedad del conocimiento, difícilmente puede concebirse.
- Vinculación con grupo de la sociedad en proyectos ambientales
La vinculación se ha configurado en la educación superior como una de las acciones estratégicas para acercar los servicios educativos de las IES al ámbito de la sociedad y como una forma de obtener recursos adicionales. Es notoria la creciente participación de la academia en proyectos ambientales impulsados desde el sector gubernamental, tanto federal como estatal. También, se ha favorecido
la prestación de servicios, en aspectos relacionados con la investigación de laboratorio, las asesorías y las consultorías. En relación con las áreas de participación de las IES, éstas giran en torno a los programas de reordenamiento ecológico, los programas de manejo, la constitución y mantenimiento de áreas naturales protegidas de flora y fauna, la rehabilitación de cuencas, los programas de reforestación, de desarrollo regional sustentable, de conservación de la diversidad, de descentralización de la gestión ambiental, los inventarios de fuentes de contaminación, los estudios de impacto ambiental, entre otros (Bravo-Sánchez, b2002). Y no en pocas de estas acciones están presentes procesos y momentos de educación ambiental para la sustentabilidad.
CAPITULO 6. La investigación en educación ambiental
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En nuestro país, a pesar de su crecimiento, la investigación en educación ambiental (IEA) presenta diversos problemas y rezagos, como procesos de producción no delimitados, trastrocamiento entre la práctica y la investigación, difusión limitada de los resultados y productos, falta de reconocimiento social, inexistencia de una estrategia de formación que acredite a los investigadores de este campo, en el marco de un amplio debate respecto de su necesidad, pertinencia, identidad, perspectivas, objetivos, metodologías, entre otros. Sin embargo, los logros alcanzados se han constituido como un elemento central para la consolidación del campo de la educación ambiental. Si bien el camino de la IEA ha sido largo, hoy día se reconocen avances notables, por lo que su inclusión en la Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad resulta relevante. La complejidad de la IEA no es producto sólo de situaciones internas; también refleja lo sucedido en el campo más amplio de la educación ambiental, tema abordado en el marco teórico del presente documento. En este sentido, el debate conceptual, político, paradigmático y práctico de la educación ambiental enmarca el sentido y la orientación de la propia investigación, al definir los temas a investigar, enfoques, prioridades, metodologías y resultados en un proceso continuo, característico de la dinámica educativa.
- Sobre la noción de investigación
La noción de investigación dominante es la que se liga al “conocimiento científico”, es decir, asociada con el uso del “método científico”. Noción que se generó en el ámbito de la ciencia biofísica de tipo positivista. Sin embargo, este concepto se ha generalizado inadecuadamente a toda actividad científica. En la investigación social existen otros paradigmas reconocidos que se distancian de esta concepción, como el interpretativo y el crítico.
CAPITULO 7. Educación Ambiental no Formal Urbana
Existen, así mismo, diferencias significativas entre lo que se observa en las grandes metrópolis, como las ciudades de Guadalajara, México y Monterrey, en las cuales se presenta un enorme consumo de recursos naturales y se generan grandes cantidades de contaminantes, y lo que acontece en las ciudades medias y pequeñas, donde los problemas ambientales tienen una menor magnitud, aunque
no por ello menos importantes. Con frecuencia en las grandes ciudades se realizan actividades de educación ambiental de mayor complejidad, que presentan un tratamiento desde enfoques más integrales y holísticos, además de que se aprovecha una gran variedad de espacios urbanos y suburbanos, como jardines, alamedas, plazas públicas y áreas recreativas. En las grandes metrópolis se presenta con frecuencia una estrecha relación entre las actividades de educación ambiental que involucran el medio rural e incluyen los límites territoriales de las zonas metropolitanas. Por el contrario, en las ciudades medias y pequeñas en general los tratamientos educativos acerca de la problemática ambiental tienden a ser menos complejos, y se encuentran circunscritos a espacios recreativos y culturales permanentes o bien, se realizan en torno a las conmemoraciones ambientales.
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- Temas, enfoques y orientaciones prevalecientes
En términos generales la educación ambiental en las ciudades presenta una atención inercial a los “temas clásicos” que se han tratado desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, realizada en Estocolmo, en 1972. La mayor parte de los programas educativos se enfocan a atender los problemas de la basura, el agua, la contaminación del aire y el cuidado de las áreas verdes, y en una menor proporción a la conservación de la naturaleza o a la difusión de tecnologías alternativas, salvo en las grandes ciudades y las áreas suburbanas. El nivel de profundidad y complejidad de los temas es heterogéneo. En términos generales, en las ciudades del país, las cuales tienen mayor acceso a la información y más tiempo trabajando la materia de educación ambiental, se observa un mejor tratamiento conceptual de los temas y una mayor amplitud en el análisis de las causas de los problemas ambiental, sus efectos y sus posibles soluciones. Se aprecia una tendencia generalizada a incorporar dimensiones de análisis que permiten una mayor toma de conciencia entre la población, al involucrar, por ejemplo, la perspectiva valoral, la promoción del consumo responsable, los efectos del deterioro ambiental sobre la salud humana y la comprensión de la huella ecológica producto de las actividades humanas.
CAPITULO 8. Educación Ambiental no Formal en el medio Rural
Acontinuación se presenta un panorama de la situación y perspectivas de la modalidad de educación ambiental no formal en el medio rural. La EANFMR no es una forma de organizar la enseñanza que sea homogénea en sus enfoques y propuestas operativas, a excepción de compartir la misión general de educar para el cuidado de la naturaleza y de hacerlo de manera desescolarizada.
La EANFMR es una modalidad que comprende todos los esfuerzos sistemáticos de sensibilización, formación y capacitación ambiental relacionados con las actividades de los habitantes rurales en sus espacios cotidianos. De manera complementaria, la EANFMR incluye los programas que tienen como fin educar ambientalmente a la población, escolar y no escolar, para el cuidado de la naturaleza, conviviendo con ella en experiencias educativas.En ese sentido, la EANFMR comprende los planes, programas y proyectos que se realizan en centros culturales ambientales2 .
Desde hace al menos dos décadas el medio rural presenta una situación contradictoria desde la perspectiva ambiental. Por una parte es objeto de atención de un número creciente de grupos preocupados por la destrucción de sus ambientes a causa de la permanente sobrexplotación y contaminación a las que han sido sometidos. Pero por otro lado, las áreas rurales atraviesan una grave crisis de identidad en términos del papel que desempeñan ahora y en el futuro en el desarrollo del país. Los esfuerzos de los promotores y educadores ambientales afrontan enormes obstáculos en una
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compleja trama de factores de toda índole. Los estudios de comunidades rurales, sea de índole académica o de organismos civiles, presentan un panorama desolador, no sólo en términos del impacto ecológico del desarrollo, sino también en los aspectos de organización social, económica y comunitaria, cada vez más debilitadas por la migración y la desintegración social.
- Organismos populares o de base
Comunidades y ejidos han sido el origen de organismos populares o de base, que en los últimos años han desempeñado una labor importante de educación ambiental y desarrollo sustentable, en muchas ocasiones con el apoyo brindado por organismos externos, aunque existen en la actualidad experiencias cabalmente autogestivas.
El fortalecimiento de la capacidad de gestión local es un argumento para la formación de distintos organismos que han surgido, sea con objetivos económicos bajo un enfoque ambiental, sea con objetivos explícitamente ambientales. En esta línea se ubican las comunidades y sus organizaciones de productores, que han puesto énfasis en el impacto ambiental de los cultivos con tecnología de la Revolución Verde, y a la protección y recuperación del suelo, el agua, la fauna y la vegetación.
CAPITULO 9. Divulgación de la ciencia, comunicación y periodismo ambientales
EL Una tríada relevante El presente apartado se encarga de tres temas de gran importancia en el campo de la educación ambiental para la sustentabilidad: la divulgación de la ciencia, la comunicación y el periodismo. El concepto de cada uno de los tres rebasa con mucho el carácter de meras herramientas que con frecuencia se les atribuye. Las conexiones entre educar, comunicar y divulgar son estrechas y pueden llegar a ser vitales en los procesos pedagógicos de la educación ambiental.
La frecuente definición instrumental de estos tres elementos, a los que tantas veces se ha hecho referencia en las reuniones internacionales, los reduce a la función de la producción y circulación de mensajes con los que se pretende “crear conciencia” sobre los problemas ecológicos. Pero como se percibirá, la relevanci es mucho mayor y conviene ahondar la reflexión al respecto, sobre todo con el
horizonte de ampliar en términos numéricos y mejorar en términos de calidad los impactos de la educación ambiental para la sustentabilidad en el país. Comunicación del conocimiento ecológico
y educación ambiental: una revisión de su relación y algunas propuestas Contexto de la comunicación del conocimiento ecológico y la educación ambiental Se reconoce que la educación ambiental tiene un carácter interdisciplinario e integrador que permite comprender las complejas relaciones entre las sociedades y los sistemas naturales. Para ello los conocimientos generados desde ciencias como la ecología tienen mucho que aportar a la construcción de visiones más complejas sobre la dependencia de las sociedades humanas a los bienes y servicios brindados por los ecosistemas. Una relación más estrecha entre la educación ambiental y la ecología ayudaría a los grupos humanos a tomar decisiones con respecto al uso de sus territorios, considerando el entendimiento sobre la historia evolutiva de los terrenos, y sobre la estructura y funcionamiento de los sistemas ecológicos, factores que al ignorarse
han contribuido al deterioro ambiental en muchas regiones del mundo.
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- La producción de la investigación ecológica y su utilidad en laconstrucción de la sustentabilidad
Como actividad humana, la ciencia siempre ha tenido como objetivo central la construcción de conocimientos útiles para la sociedad. La búsqueda de explicaciones sobre el universo se basa en el interés de brindar elementos a las sociedades para una comprensión más amplia de nuestra presencia en él, además de brindar información práctica para nuestra sobrevivencia cotidiana en este planeta. Conocer los sistemas naturales, de los cuales depende nuestra existencia, ha sido una necesidad continua de los grupos humanos.
- Ejemplos de la relación entre educación y ciencia para la sustentabilidad
A pesar de que la organización de la actividad científica en México no parece incentivar la comunicación de los ecólogos con grupos no científicos de la sociedad, existen iniciativas y experiencias importantes de comunicación y colaboración de estos científicos con sectores involucrados en la toma de decisiones sobre los ecosistemas. Tal es el caso del Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad de la Universidad de Guadalajara. Las funciones de esta institución están estrechamente relacionadas con la creación, en 1985, de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, en el estado de Jalisco. Las actividades de investigación del Instituto están muy ligadas al contexto socioambiental y a las necesidades de manejo de la reserva. Una proporción importante los proyectos de investigación se determinan en función de las demandas sociales de las comunidades humanas presentes en la reserva y de los problemas ambientales identificados. De forma paralela al trabajo de investigación, se realiza una labor de educación ambiental y promoción y establecimiento de programas de desarrollo social, a través de equipos de educación ambiental y desarrollo comunitario. El primer equipo se encarga de promover y difundir la existencia de la reserva y sus objetivos a las poblaciones que habitan dentro y cerca del área protegida. El segundo, realiza trabajo de extensión comunitaria, incluyendo asesoría técnica y el establecimiento de proyectos productivos. Ambos mantienen una interacción constante con los investigadores y la información generada. Aunque las experiencias se enfrentan a numerosos obstáculos y dificultades, los resultados en la conservación y la promoción de un desarrollo acorde con las características de los ecosistemas y las necesidades sociales de los habitantes locales son positivos (Graf et al., 1995; Jardel et al., 1996; Castillo et al., 2002).
BIBLIOGRAFIA
EDUCACION GEOGRAFICA: SEMANART